jueves, 24 de noviembre de 2011

La nueva amiga de clara


Clara se alegró que por fin fuera sábado.

Su papá le había dicho que ese día que iba a conocer a una nueva amiguita.

Cuando llegaron a la casa de don Miguel, su esposa les abrió la puerta.

-Hola Clara, Lucía está esperándote en la sala, tiene muchas ganas de conocerte-, le dijo la señora con una gran sonrisa.

Clara también estaba muy impaciente por ver a Lucía, así que corrió al lugar donde le había dicho la señora que era la sala.

Allí encontró a una niña sentada en una especie de silla con unas grandes ruedas a los lados.

-¿Qué es ese carrito en el que estás sentada?-, preguntó Clara.

-No es un carrito, es mi silla de ruedas-, respondió Lucía.

-¿Y para qué sirve?, Clara sentía curiosidad.

-Es que como no puedo caminar, con la silla de ruedas puedo ir a cualquier parte, le explicó Lucía.

-¿No puedes caminar?-, preguntó Clara un poco triste, porque a ella le gustaba mucho jugar pelota, y quería jugar pelota con Lucía, – ¿y puedes jugar?

-Claro que sí, ayer me regalaron un juego de memoria y si quieres podemos jugar – respondió Lucía muy contenta.

-¡Sí, a mí me gusta mucho jugar memoria!

Y así, las dos niñas estuvieron jugando toda la tarde, primero memoria, después armando un rompecabezas y luego haciendo castillos con trocitos de madera.

De regreso a casa, Clara estaba feliz. Ahora tenía una nueva amiga. Y Lucía le había prometido que la próxima vez, jugarían juntas a las muñecas.
FIN

De Tania Hernandez

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