No hay barrio como mi barrio. Estoy muy segura de que mi barrio es el más lindo del mundo. Frente a la esquina en la que vivimos se encuentra una gran plazoleta donde los chicos salen siempre a jugar y a pasear a sus animales. Es un lugar que me encanta, sobre todo cuando mamá me permite usar la bicicleta y dar grandes paseos. A mi hermano Tomás también le gusta mi barrio porque tiene muchos amigos con los que practica algunos deportes. Su favorito es la pelota. Una vez, pateó tan fuere la pelota que le rompió un vidrio a nuestra vecina Doña Elvira. Tendrían que ver la rabia que le dio. Sacaba espuma por la boca y gritaba cosas en italiano. Cada vez que nos acordamos nos morimos de risa. Mi barrio es un gran barrio y yo sé que a todas las niñas del mundo les gustaría vivir acá.
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