Spyro en el valle de los demonios del pantano

Era una noche clara. La luna brillaba inmensa en los cielos como un reloj plateado y desagujado que se mecía entre las nubes. El dragón Spyro volaba silencioso. Sus pensamientos se perdían entre recuerdos. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que había visitado este bosque? Aquella véz había tenido mucha suerte porque a pesar de que el bosque tiene mala fama y se suele decir que está plagado de demonios, no había tenido ninguna interrupción durante su vuelo.
Desde las copas de los árboles unas criaturas asechaban al dragón Spyro. Eran los demonios del pantano. Sus ojitos se abrían y se cerraban centelleantes persiguiendo con la mirada el recorrido del pequeño dragón. ¿Qué es lo que estos engendros pretenden hacerle a nuestra apacible criatura? Eso te lo dejamos a ti. Comenta al final de esta entrada como sigue esta historia.