lunes, 5 de diciembre de 2011
La casa de la Emperatriz de las Máquinas
La emperatriz de las máquinas tiene las manos de hierro. De su balanza cuelgan recipientes de cuyo interior surgen extraños perfumes que afloran las realidades. La emperatriz de las máquinas guarda un secreto, y es su carne un misterio hechizado tras las máscaras de sus rostros. La emperatriz de las máquinas duerme entre bruma, su castillo está pintado en un mural que se deshace con rocío del amanecer, pero con paciencia infinita, ella lo pinta de nuevo cada noche. ¿Con qué sueña la Emperatriz de las máquinas? Sueña líquidos que fluyen como ríos por sus venas metálicas y con un corazón que late palpitante de amor.
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