miércoles, 7 de diciembre de 2011

El deshollinador de Praga

El monstruo de la olla, de La tatara-tatara-abuela
Dicen los que saben -pero yo no les creo-, que la ciudad de Praga es famosa por tener monstruos muy originales. Un campesino una vez describió un monstruo con forma de vaca y cabeza de camello que recitaba poemas a las jóvenes señoritas que se le cruzaban en el camino. Las doncellas que se quedaban enamoradas de sus versos le rogaban que continué, pero el monstruo en lugar de esto las escupía como un guanaco y salía corriendo entre carcajadas. Otro terrible monstruo de los que habitan la ciudad de praga es el gusano sombrerero. Este animal arrugado y ruin se pasea como un caballero inglés siempre de traje y con una gran galera de seda. Entre sus terribles vicios siempre fuma de su pipa. Cuando alguien lo saluda finge indiferencia y le arroja el humo en la cara. Pero peor aun que todos estos terribles engrendos es sin duda el que todos apodan el "Deshollinador". Esta horrenda criatura a lunares y con orejas de conejo corre por los bosques siempre jadeando y con la lengua afuera. En su cabeza lleva un enorme caldero con el hollín que roba de las chimeneas. Cuando un viajero se sienta a retozar en algún prado o bajo la sombra de un árbol, el deshollinador se le acerca silenciosamente y le vacía toda la porquería que guarda en su caldero y se aleja cantando y festejando la travesura.

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