miércoles, 7 de diciembre de 2011

El ogro bondadoso

Cuentos infantiles
Dicen que en lo alto de la montaña en un país muy lejano vivía un ogro. Su apariencia era tan horrible que todos los niños que lo conocía corrían despavoridos ante el temo de ser devorados. Y un poco de razón tenían, pues jamás en toda la historia había existido una criatura tan fea. Sin embargo, este ogro -que no tenía la culpa de ser como era- era un buen ogro. Amaba a todos sus semejantes y sentía mucha tristeza porque nadie quería jugar con él, ni siquiera hablarle.
Un día llegó hasta su casa un chico que era huérfano. Se había perdido en el  bosque y como también era ciego no sabía como regresar. Cuando el ogro lo vio, espero que suceda lo de siempre, y esto era que el niño que se le acercaba desprevenido pegara un grito de espanto y huyera de él como si hubiera visto un demonio, pero esta vez eso no sucedió.
-¿Cómo te llamas? -le preguntó el ogro al chico.
Mi nombre es Tobías y me he perdido en el bosque. ¿No puedes ayudarme a regresar? Mis ojos no pueden ver y si no regreso a la casa de la señora que me cuida quien sabe ella se enferme y también se muera, porque es una señora muy anciana.
El ogro claro que podía ayudarlo, pero en lugar de eso se negó, pues por fin había encontrado a alguien que no sintiese temor de su fealdad.
-Quedate a pasar la noche aquí conmigo -le dijo el ogro y mañana cuando amanezca te guiaré de regreso.
El chico accedió con gusto y confió en su nuevo amigo, pero al amanecer en lugar de ayudarlo a regresar se lo devoró. Con la panza llena pensó en su amigo y se dijo: "Ahora no me abandonarás nunca"

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